miércoles, 7 de marzo de 2012

AMOR (parte 2)


No podemos enamorarnos o dejar de enamorarnos de este amor. Nos enamoramos o no de un amor que se extrae, de algún modo, de la esencia del amor. Esta otra clase de amor también forma parte de la experiencia vital de la mayoría de los seres humanos, pero yo estoy hablando del amor que se limita a ser. Cuando lo reconocemos por primera vez nos llevamos una gran sorpresa al descubrir que este amor que procede directamente de nosotros, aquí mismo, está enamorado de todas las cosas.
"¿Cómo puede ser eso? Se supone que yo no amo a aquellas personas cuya filosofía difiere de la mía."
"¿Qué hace aquí ese amor? Estamos en polos totalmente opuestos del espectro político."
"¿Por qué te amo? ¿Cómo entró en mí ese amor? ¿Qué clase de amor es éste?"
Es un amor profundo. Un amor sinónimo de la Verdad. Cuando este amor está presente, la Verdad está presente. Cuando la Verdad está presente, esta conexión, este amor profundo, está presente.
Muchas de las historias en torno a Jesús describen esta clase de amor. La gente que le rodeaba le decía constantemente lo que no podía amar: "Lapidaremos a esta prostituta. Dios no ama a este tipo de personas". Pero Jesús, completamente conectado, sabía que este amor es indiscriminado. No lo recibe alguien porque sea simpático o noble. Simplemente se Ama a todo el mundo indiscriminadamente. La mayor parte de las enseñanzas de Jesús se basaban en esta clase de amor. Incluso lo expresó ante los responsables de su muerte, cuando dijo: "Perdónalos, Padre, porque no saben lo que hacen". Eso procede de un amor que no tiene fin, ni siquiera cuando se está enfrentando a la muerte. Ésa es la voz del amor. La mente podría decir: "Eh, van a matarme. Tengo derecho a dejar de mostrar amor". Pero la verdad no se rige por esa ley; no sigue las reglas del juego fabricado por la mente. Ama de todas formas. No comete errores: este amor no tiene nada que ver con volverse noble, valioso o santo. Es un amor que existe desde antes. Ha estado aquí desde siempre y siempre estará aquí. Este amor simplemente es.
Te viste obligado a obviar este amor para poder seguir siendo un yo separado, pero no dejó de existir. En realidad, ése es nuestro mayor temor: descubrir que amamos todas las cosas y todas las personas que nuestra mente preferiría no amar. El miedo al amor, al amor verdadero, es posiblemente el único miedo que supera el miedo a la muerte. El descubrimiento del amor como componente de tu naturaleza es el comienzo del fin de todo lo que creías separado. Te enfadas con los demás porque el amor está ahí y tú no quieres que esté. Por eso los que se divorcian suelen atacarse mutuamente. Como están divorciándose creen que no deberían seguir enamorados. Pero el amor sigue ahí. Tal vez no te guste, tal vez no quieras vivir con alguien, pero el amor sigue ahí, porque no podemos amar una cosa para dejar de amarla después. Si la gente es capaz de admitir que el cariño o la conexión siguen ahí, aunque la parte romántica del amor haya desaparecido, su energía podrá liberarse. Y es preferible acostumbrarse a esto con una persona, pues terminarás descubriendo que ese amor está en todos los seres. Simplemente está ahí. Es un acuerdo sellado. No importa quién sea. Si aceptas el amor sabrás cuándo es preferible quedarse con alguien y cuándo es mejor dejarlo.

El amor verdadero no tiene nada que ver con querer a alguien, con estar de acuerdo con esa persona o con ser compatible con ella. Es un amor hacia la unidad, un amor que ve a Dios en todas las máscaras, y se reconoce en todas ellas. Sin él, la Verdad se convierte en una abstracción fría y analítica y deja de ser la Verdad auténtica. La Verdad se expone para abrirse a esta conexión íntima con todo el mundo. Aunque a la personalidad no le guste, existe una íntima conexión. Unas veces saldrá al frente y se mostrará con obviedad. Otras veces se quemará en el fondo, como las brasas, para todo. Cuando reconozcas una conexión profunda sentirás que, gracias a ese amor, las paredes de la oposición se caerán naturalmente. No se caerán sólo estas paredes, también sentirás amor por todos los seres humanos, y por la vida como tal.
Es como el amor de un padre hacia su hijo: aunque a veces te sientas frustrado, este amor es constante. Es como la vida, que unas veces te vuelve loco y otras es realmente agradable. Este amor va más allá de los momentos buenos o difíciles, que siguen aconteciendo. Cuando despiertes a este amor que trasciende todos los momentos, buenos o malos, tu relación con la vida experimentará una revolución radical. Este amor no tiene opuestos, como el odio, pues está presente en todo, en todos los momentos. Cuando lo entiendes es como una revolución, pues cuando ves que este amor que eres ama lo que no se puede amar, lo que aparentemente no debes amar o lo que la cultura no te permitía amar, y ves que no le presta ninguna atención a las normas del ego, te das cuenta de que es otro tipo de amor.
Tienes que hacerme el favor de comprender que el amor del que estoy hablando no es excluyente y, por tanto, no excluye otras expresiones de amor. El amor de la amistad, el amor del matrimonio y otros muchos tipos de amor tienen su propia forma de ser y de moverse por el mundo. Pero yo me estoy refiriendo a la esencia que forma parte de todos los sabores del amor. El verdadero amor espiritual, una conexión que no podemos describir con palabras. Este amor es el único que tiene el poder de transformar nuestra relación con la vida, con los demás y con el mundo. Este amor es atemporal. Es incontenible.
Cuando la gente despierta a este amor, con frecuencia escucho: "Adya, es demasiado para mí: me va a destrozar". ¡Es ridículo! ¿Demasiado para ti? Eres transparente. Estás vacío. Simplemente te atraviesa y te trasciende. ¡A través de ti y más allá! Si intentas aferrarte a él, será demasiado para ti. Evidentemente, si te aferras a la idea de tus fronteras personales, de tus límites, no podrás contenerlo. No podemos limitar el amor, pues nunca tuvo ese destino.


Adyashanti
(La Danza Del Vacío)

jueves, 1 de marzo de 2012

¿Y la Belleza?...


















Lo sublime viene de lo sutil. La belleza te embriaga cuando te dejas embriagar por ella, cuando dejas paso al sentir desde el corazón, cuando suspendes y acallas al ruido mental. 
¡¡Pruébalo y deja que la belleza te envuelva!!


Cada flor es filmada durante 2 horas y luego cada fotografía es pasada con una diferencia de 7 minutos cada una, produciendo este efecto.


Ver video The  life of flowers
http://vimeo.com/27920977

martes, 28 de febrero de 2012

Osho habla sobre la Confianza


"La confianza es nutritiva. Sin confianza permaneces hambriento. La confianza es el nutriente más sutil de la vida. Si no confías no puedes vivir realmente. Siempre tienes miedo…

Si has vivido una infancia llena de amor y confianza, te forjas una buena imagen de ti mismo. Si tus padres se han amado profundamente el uno al otro y estaban felices contigo porque tú eras la culminación de su amor, el crescendo de su amor, la realización de su amor; si estaban profundamente enamorados, entonces tú eres la música que nace de su amor. Tú eres su creación: se sienten dichosos de tenerte. Te aceptan. Y te aceptan como eres. Incluso si tratan de ayudarte, te ayudan de una forma muy amorosa. Si alguna vez te dicen “No hagas esto”, no te sientes ofendido, no te sientes insultado, te sientes cuidado.

Pero cuando no hay amor y el padre y la madre no paran de decir “No hagas esto,” “Haz eso,” poco a poco el niño aprende: “no soy aceptado como soy. Si hago ciertas cosas, me quieren. Si no hago ciertas cosas, no me quieren. Si hago otras cosas, me rechazan.”

El niño empieza a encogerse. Su ser puro no es aceptado y amado. El amor es condicional; la confianza se pierde. Entonces nunca será capaz de tener una buena imagen de si mismo. Porque es en los ojos de la madre donde te ves reflejado por primera vez. Si ves felicidad, alegría, emoción, un gran éxtasis al mirarte, sabes que eres valioso. Entonces es fácil confiar, es muy fácil entregarte, porque no tienes miedo…

Pero si te cuesta confiar, entonces tienes que mirar el pasado. Tienes que ir profundamente en tus memorias. Tienes que rememorar tu pasado. Tienes que limpiar tu mente de las impresiones del pasado. Debes tener mucha basura del pasado. Descárgala.

Esta es la llave para hacerlo: ve al pasado, no solo como una memoria, revívelo. Haz de ello una meditación. Trata de descubrir todo lo que sucedió en tu infancia. Cuanto más profundo vayas, mejor. Porque estamos ocultando muchas cosas que sucedieron y así no dejamos que afloren, que salgan a la consciencia. Permite que afloren a la luz."


OSHO 

miércoles, 22 de febrero de 2012

La lección de la vaca

En estos tiempos de crisis y de cambios, un nuevo enfoque para sacar partido a las dificultades. Siempre es momento de aprender... y de prosperar.

http://www.youtube.com/watch?v=q3X1xEYhew0&feature=related

lunes, 20 de febrero de 2012

El Ego..¿Un parásito?

El ego genera.. un sistema de pensamiento demente que hace que surjan.. la culpa, el miedo y la ira, .. que son los estados básicos mentales y emocionales ..que desencadenan El Conflicto. Para buscar claridad sobre este tema de "el ego" recomiendo de manera muy especial los libros: El Poder del Ahora y Una Nueva Tierra de Eckhart Tolle... Ahi encontraras mecanismos para descubrir tu ego, y para liberarte de su tiranía.

El Ego..¿un parásito?  http://www.slideshare.net/palomadiazruiz/el-ego-5415510

viernes, 17 de febrero de 2012

Entrevista a Annie Marquier

Annie Marquier es autora de varios libros, como “El poder de elegir” y “La libertad de ser” "El maestro del corazón". Dirige el Instituto para el Desarrollo de la Persona (Institut du Développement de la Personne, Canada), donde anima los principales talleres y cursos de formación.
Su profunda formación en varios campos del conocimiento humano —en ciencias (matemáticas, Universidad de París), arte (música), espiritualidad (varias disciplinas), y psicología holística y transpersonal adquirida junto a las personalidades más importantes de ese campo en América del Norte— da a sus presentaciones gran rigor y auténtica profundidad. A lo que hay que añadir su experiencia como profesional de la investigación y la enseñanza en el campo del desarrollo de la conciencia, en el que lleva trabajando desde hace más de veinticinco años.
 Extracto de la entrevista realizado a Annie Marquier por Alish:
….
-         ¿Podría hablarnos de eso, de la “máquina”?
-         La “máquina”, el ego, el ego-máquina. La máquina del ego es algo reconocido desde hace mucho tiempo. Es, simplemente, nuestro conjunto físico, emocional y  mental, un conjunto de mecanismos que, carecen de conocimientos en sí mismos.
Nuestra estructura mental tiene ciertos conocimientos, pero muy limitados.
Nuestra Esencia está presente para utilizar nuestro ego –esa máquina extraordinaria que es el ego- para expresar su voluntad en el mundo. Porque, si lo pensamos bien, tenemos un cuerpo físico, tenemos emociones, tenemos pensamientos…Pero ¿Quién los tiene?....
Pues, desde hace miles de años, todas las tradiciones reconocen que somos una esencia profunda que posee un instrumento llamado EGO, hecho de pensamientos, emociones y energía física. Eso es un instrumento. Y un instrumento es una máquina. El problema es que, cuando no estamos en contacto con nuestra esencia, es la máquina la que rige nuestra vida. Es como si subiéramos a un coche y fuera él quien dirigiera el viaje.
¡Podemos imaginar lo desagradable que resultará el viaje! No tardaremos en ir a parar a la cuneta. Y eso es lo que ocurre en nuestras vidas, sufrimos a menudo. Pero si reconocemos que poseemos ese vehículo y somos conscientes de quien es el conductor, es decir, nuestra esencia, a partir de ese momento dominamos esa máquina extraordinaria hecha de pensamientos, emociones y un cuerpo físico.
Podemos hacer que la máquina del ego sea alimentada por la luz del alma y, así, sirva a la intención de cooperación y creación del alma, en el mundo.
                    
…..

-         ¿Podría poner algunos ejemplos de lo que son las “memorias activas”?
-         Las memoras activas, de esto hable en mi segundo libro “La libertad de ser”. En él explico el funcionamiento de la conciencia y, en particular, el modo en que está programado el inconsciente. Lo explicaré de un modo muy simple. El inconsciente está programado por las experiencias del pasado, especialmente, cuando estas experiencias han sido estresantes. Ya sea estrés físico o psicológico.
Cuando ha habido este estrés, el inconsciente graba esas situaciones en forma de lo que yo llamo “Memoras Activas”, un poco como un ordenador… ¿Por qué graba esto? Para protegernos en un futuro, para protegernos quizás de un modo ilusorio, pero así es como está hecho el ser humano, por el momento.
Es un sistema de defensa para protegernos en el futuro, para situaciones análogas que pudieran presentarse en el futuro. No es necesario que las situaciones que se presenten en el futuro sean idénticas; basta con que se parezcan un poco, lo que hace que muy a menudo, reaccionemos en la vida actual, no en función de la realidad del momento presente, sino en función de una memoria activa que nos hace reaccionar de una manera errónea, de una manera injusta, porque reaccionamos como lo hicimos en el pasado, en una situación que no era la misma.
Y así perdemos nuestro poder. El poder de vivir en el momento presente se nos escapa. Y al perder el poder de vivir en el momento presente, tomamos decisiones que no son correctas, que no nos resultan útiles y arruinamos a menudo nuestra vida a partir del mecanismo de estas memorias.
Pero podemos liberarnos de ellas. Es una buena noticia ¿no crees?...No estamos atados a ellas, solo lo estamos en la medida en que no hayamos realizados un trabajo interior respecto a ellas.
Pero en la actualidad hay muchas herramientas disponibles, para que pueda liberarse de las memorias activas, y reencontrar así la libertad en relación a su pasado,


Entrevista muy recomendable.

jueves, 16 de febrero de 2012

AMOR (parte 1)


Todos estamos familiarizados con el amor al que hacen referencia los poemas, las canciones, los anuncios y los romances de instituto. Ese amor es hermoso, pero yo quiero hablar de la esencia del amor en su sentido más profundo. El amor es un aspecto muy importante de la Verdad. Sin amor no hay Verdad. Sin Verdad no hay amor.
Cualquiera que haya tenido la suerte de experimentar un amor profundo y encarnado sabrá que el amor trasciende todas las experiencias y todas las emociones. Si has experimentado este amor, sabrás que está presente aunque no tengas la sensación de ese estado al que llamamos amor. Si no es amor verdadero, en cuanto dejes de tener esa sensación asociada al estado, te darás cuenta de que únicamente tenías una sensación, como cuando un coche se queda sin gasolina. Ése no es el amor verdadero, el más profundo, ésos no son los cimiento del amor. Cuando amas de verdad, sabes que el amor trasciende todas las experiencias. Por ejemplo, una madre ama a su hijo aun cuando éste le haga perder los papeles. Si has amado a un amigo alguna vez, sabrás que el amor sigue ahí aunque no lo sientas, incluso en los momentos difíciles, El cariño más profundo trasciende todas las experiencias.
Evidentemente, el amor se expresa de muchas formas. Pero cuando te refieres a una experiencia de amor verdadero, sabes que el amor existe incluso en la ausencia de esa experiencia. Cada vez que lo nombras o dices "el amor es así" o "el amor se siente así, te das cuanta de que sigue existiendo aun en la ausencia de esa definición. En realidad no puedes echarle el guante y decir "esto es el amor verdadero", pues lo trasciende. Es una especie de yo. No puedes descubrirlo. Podrías decir: "No puedo encontrar al yo, así que creo que no existe ninguno". Y, sin embargo, hay algo que está despierto, brillante y consciente, aunque ese algo sea la nada radiante.
Del mismo modo, cuando la Verdad está presente, el aspecto amoroso de la Verdad también está presente. Este amor trasciende los altibajos de la emoción, es un amor que está abierto permanentemente. Si cierras su apertura, entonces el amor se queda sin vida, la Verdad se muere. Este amor nos hace estar profundamente conectados de un modo no explicito y surge cuando estamos verdaderamente disponibles, realmente abiertos. Las palabras ni le añaden ni le quitan nada. Cuando dirigimos nuestra atención a lo que es indescriptible mediante palabras, ahí está. Ahí está la conexión: ocurre algo bello, profundo. Cuando nos abrimos de este modo indescriptible, es como si la apertura se encontrase consigo misma.

Todos experimentasteis un tiempo en el que sabíais esto y, por alguna razón, sacrificasteis esta apertura por algún otro plan. Surgió alguna otra cosa, dijisteis "¡vaya!", y la conexión desapareció; entonces surgió la mentira. Cuando te desconectas de este nivel tácito es como si dijeses: "Estoy a punto de mentir, de decir lo que no es verdad". Cuando te apartas del núcleo del amor mentir es fácil. Si sigues conectado, de corazón, mentir o decir una verdad a medias te resultará muy difícil. Si te niegas a desconectarte del amor, todas tus relaciones se transformarán por completo; incluso la relación que tengas contigo mismo.
Quizá esto te resulte un poco extraño, pues has aprendido que la conexión del amor está reservada para momentos especiales, para personas especiales, en circunstancias especiales. Que esta conexión sea indiscriminada es tabú. Tal vez hayas pensado: "Mantendré esta conexión para ti, para ti y para ti, pero los demás me dais bastante miedo". Pero al conocerlo como una profunda conexión y una profunda unidad, esto que está despierto este amor que trasciende todas la descripciones, es indiscriminado. No sabe encenderse y apagarse. Ese interruptor está, únicamente, en la mente. Este amor siempre está encendido. Ama por igual a santos y pecadores. Es el amor verdadero. Una imitación del diría: "Te amo más que a nadie porque encajas en mi visión encogida del mundo mejor que ninguna otra persona".
El amor verdadero es sinónimo de Verdad. No difiere de ésta. No es el amor que sentimos cuando asistimos al baile de graduación con la persona ideal. No hay nada malo en ello, por supuesto, pero esto es otra cosa. La esencia más profunda del amor no está entrando y saliendo. El amor es, punto final. Este amor ama por encima de tus gustos de personalidad respecto a la gente; no surge porque lo desarrollemos o porque nos volvamos santos, nobles o angelicales. Eso no tiene nada que ver con el amor del que estoy hablando. Este amor es un reconocimiento profundo y sencillo, algo que sabemos intuitivamente y que descubrimos en cada experiencia, en cada ser y en cada mirada. Se encuentra en todo lo que ocurre. Es amor por el mero hecho de que esté aconteciendo algo, pues ahí está el verdadero milagro. Sería muy fácil que no existiese nada, mucho más fácil que lo contrario. El hecho de que ocurra algo y de que vivamos en esta abundancia llamada vida es un milagro.


Adyashanti
(La Danza Del Vacío)